Introducción
Un vacío en la boca del estómago. Unos nervios que te marean. Náuseas, presión en el pecho, temblor u hormigueo. La sensación que tenías cuando iban a entregar la libreta de calificaciones en la escuela. Un estancamiento en pensamientos intrusivos o preocupaciones recurrentes. Así describe la gente a la ansiedad.
Mecanismo psicofisiológico
1. Percibes, consciente o inconscientemente, una amenaza. Esto activa el tálamo que da órdenes a la amígdala para que responda ante el peligro.
2. La
amígdala se activa y evalúa el peligro. Si lo considera real, envía señales al
hipotálamo y gatilla la respuesta de preocupación, miedo o ansiedad.
3. Se
activa el eje HPA: El hipotálamo secreta una hormona que libera corticotropina,
que viaja a la hipófisis; la hipófisis responde soltando adrenocorticotropa
hacia la sangre, que estimula las glándulas suprarrenales para que liberen
cortisol.
4. Se
activa el sistema nervioso autónomo, comenzando con el sistema simpático, que
te prepara para luchar o huir. Se libera adrenalina, aumentando tu frecuencia
cardíaca, tu presión y tu respiración. La sangre se redistribuye hacia tus
músculos y órganos vitales para que puedas enfrentar el peligro.
5.
Presentas síntomas físicos, como sudoración, temblores, dilatación de las pupilas
y tensión en tus músculos, y presentas síntomas cognitivos, como pensamientos
catastróficos, preocupación constante e hipervigilancia.
6. Tu propio
sistema puede dar una retroalimentación negativa para disminuir la respuesta de
estrés, pero si este sistema queda hiperactivo o desregulado, se mantienen los
síntomas de la ansiedad incluso cuando no enfrentas un peligro real.
Tratamiento
Cuando la
ansiedad es clínicamente significativa, te dificulta el funcionamiento normal
en distintas áreas. Es entonces cuando necesitas comenzar un proceso
terapéutico. La ansiedad se puede tratar de manera química (por ejemplo, con psicofármacos),
de manera eléctrica (por ejemplo, con el modulador de pulso binaural), o con
psicoterapia. También puedes incorporar actividades relajantes y ejercicio para
disminuir esta respuesta. El Jiu Jitsu Brasilero y la escalada son deportes que
ayudan a regular la respuesta de ansiedad.
Conclusiones
Lo ideal es
desarrollar una aproximación integral al trastorno de ansiedad para tratarlo de
manera efectiva, de forma que desarrolles conocimiento sobre tu ansiedad y
adquieras herramientas que te permitan manejarla si vuelven a aparecer más
adelante en tu vida. El objetivo es que encuentres el alivio que necesitas,
pero también que aprendas a identificar las señales de alerta y los pasos que
te han funcionado mejor en otras ocasiones. Al cambiar algunos hábitos, al
comprender los pensamientos disfuncionales o las distorsiones cognitivas y al
modificarlas, al aprender a relajarte física y mentalmente y a organizar tus
tiempos y prioridades, la ansiedad deja de ser un trastorno clínicamente
significativo, y puedes enfocarte en las personas, actividades y cosas que son
importantes para ti. La ansiedad es tratable, así que, si tienes síntomas,
empieza tu proceso ahora mismo.
Ana Jácome
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